Por mucho que nos esforcemos en elegir bien los alimentos que vamos a consumir, si no cocinamos las verduras adecuadamente, no disfrutaremos de sus propiedades y nutrientes más saludables.
Imagina que hoy vamos al supermercado ecológico y compramos unas judías verdes recién recogidas, tratadas sin químicos, completamente ecológicas y rebosantes de vida. Luego llegamos a casa y, pensando que vamos a poder disfrutar de sus magníficos nutrientes, empezamos a cocinarlas. Entonces las cortamos y las hervimos a fuego fuerte durante media hora. Pues bien, entre comer eso y nada… lo mismo da.
¿Cómo debemos cocinar las verduras para que no pierdan propiedades?
Para aprovechar todas las vitaminas y minerales presentes en las verduras y vegetales es necesario tener en cuenta algunas reglas básicas, ya que si no lo hacemos así estaremos perdiendo precisamente aquello que las hace extraordinarias para nuestra salud: sus nutrientes.
Sin embargo, si no tenemos en cuenta otros factores, nos olvidaremos que el ser humano no es sólo un cuerpo físico y generaremos otros efectos no deseados.
Si comemos crudo el efecto será enfriar nuestro cuerpo. En verano va muy bien, o incluso en otra estación si tenemos mucho calor interior. No obstante, si alguien está en proceso de pérdida de peso y pasa de una dieta extrema en grasas saturadas a ensaladas crudas, congelará la grasa y no se expulsará. Este es el motivo por el que muchas personas no pierden peso.
Si comemos macerado o escaldado nos activará el cuerpo. Es apropiado para la primavera y el verano.
Si las hervimos conseguiremos activación también. La hoja verde hay que enfriarla para que no pierda la clorofila. Es una forma útil de no comer crudo en exceso que desgasta los riñones y conservar lo que necesitamos.
Si hacemos wok podremos bailar durante todo el día. Es una forma maravillosa de generar movimiento en el cuerpo para que salga lo que no necesitamos.
La plancha además de activar nos nutre más
Estofadas nos darán calor interior y una digestión maravillosa. Podemos tomar un estofado frío de la nevera en verano. Es una forma de llegar bien al otoño. Y no totalmente desmineralizados de tanto crudo y frutas.
En salteados largos nos generán mucho calor y, sobre todo dulzor. Es una forma de ahorrarse el postre. Comer dulce en las comidas y no en los postres es una forma saludable de entender la alimentación.
Al horno y barbacoa generan calor interior y para las épocas calurosas no son los más indicados.
Sobre todo, tener en cuenta la condición y constitución de cada persona es lo importante.
Con semillas ligeramente tostadas no harán dar un festival a nuestros oiídos
Con diversidad de colores disfrutará nuestro sentido visual, generando la ptialina necesaria para hacer una buena pre digestión
Con nuestras maravillosas mezclas de hierbas y especias, nos permitirán viajar mientras cocinamos o degustamos nuestro plato.
Con una masticación consciente mejoraremos la digestión pero, sobre todo, nos generará un espacio mental en el que AGRADECER a todos los que nos rodean su inmensa generosidad. Sin los agricultores, transportistas, distribuidores, tiendas y ESPACIOS DE VIDA SANA y sobre todo consumidores como el que lee esto ahora mismo, nada sería posible en este viaje.